Ya dije en la entrada anterior que lo que esperaba para el segundo día de ruta era mucho peor que cualquier cosa que pasara el primero. Ahí va el relato:
Nos despertamos a las 8:30 aproximadamente y bajamos a las 9 a desayunar. Una hora un poco tardía para estos días de ruta, pero el hecho de haber llegado a las tantas de la noche el dia anterior lo ha retrasado todo, desde la cena hasta el momento de irse a dormir y el de levantarse. Víctor y Julio, ya compañeros oficiales de viaje, devoran, al igual que yo, un desayuno digno de campeones preparado por Raquel, dueña del hostal. Después de desayunar sacamos las bicis y nos llevamos a la habitación las cámaras que pinchamos ayer. Si recordamos, yo pinché 3 veces, Julio una y Víctor dos.
El trabajo de reparación se alarga bastante y nos estamos hasta las 10:30. Yo consigo reparar dos cámaras y Víctor una, lo suficiente para poder continuar ese día... eso sí, con tan sólo una cámara de recambio para tres. Salimos del hostal y nos dirigimos al pueblo a rellenar botellas y comprar aquarius, barras de muesli y un par de kits de reparación de pinchazos. A las 11 de la mañana partimos rumbo Camprodon.
Cuando llegamos a Albanyà Julio tiene la idea de hacer el camino hasta Camprodon por carretera en vez de meternos por pistas de montaña. La razón estaba clara: si pinchamos en la montaña más de una vez, estamos vendidos (sólo hay una cámara de repuesto), y si pinchamos en carretera al menos estamos cerca de la civilización. Así pues decidimos dar la vuelta e ir buscando la carretera de Olot, aunque en vez de 60 kms vamos a hacer... 100.
La mañana transcurre tranquila por asfalto, pedaleando muchísimo bajo un calor sofocante y en línea uno detrás de otro casi todo el tiempo. Hacia el mediodía paramos a comer en un buffet libre (con dos cojones!!!!) y procuramos no pasarnos mucho tragando. Cualquiera es el guapo que pedalea otros 60 kms con el estómago a reventar. Después de comer nos tumbamos los tres debajo de unos árboles a descansar 15 minutos y retomamos la marcha. Otro par de horas pedaleando como si no hubiera mañana y... de repente se nos unió una indeseada compañera de viaje que iba a estar muchos días con nosotros: la lluvia.
Casi me hacia ilusión estrenar el impermeable. Maldito ingenuo. Nos preparamos para la lluvia bajo un puente, tapando las alforjas con bolsas de plástico y a nosotros mismos con chubasqueros. Retomamos la marcha cerca de las 18h y nos dirigimos derechos al punto donde empieza el tramo final de la ruta: el infierno. Sobre las 19h llegamos al punto donde empieza el ascenso a la Vall del Bac, un puerto de montaña de 20 kms y lleno de subidas mortales y bajadas totalmente innecesarias desde mi punto de vista. Nos tomamos unos geles de carbohidratos y empezamos la marcha. Pronto Víctor y Julio desaparecen pues van mucho más rápido que yo. Pedaleo en silencio bajo la lluvia por la pista asfaltada que cruza el bosque subiendo, y subiendo... subiendo más y más, sin parar. El primer tramo lo hago casi cómodamente, con subidas que no llegan al 10%. Lo bueno empieza al dejar el bosque y alcanzar la alta montaña.
Lo que eran subidas soportables empiezan a convertirse en subidas del 15%. Lo que era lluvia floja se transforma en lluvia fuerte. Cada vez más. Me bajo de la bici en muchos tramos, el dolor de piernas en esas subidas se hace insoportable... quema. Me encuentro pedaleando por un camino de alta montana, con durísimas subidas, empapado de agua, con un viento y un frío cada vez peores y mi moral cada vez más baja. Pedaleo durante horas y veo que el camino no se acaba nunca. Es que estas montañas son infinitas? Se me hace interminable, y el tiempo no ayuda. Voy a contrareloj. Son ya las 21h, el Sol ya se ha ocultado, empieza a oscurecer, cada vez llueve más y me queda mucho para bajar de las montañas y aparecer en el valle que lleva a Camprodon. Estoy totalmente desmoralizado, empiezo a pensar que tendré que dormir en el bosque, empapado y tratando como estaba. La locura llama a la puerta y me encuentro gritando en medio de las montañas mas altas en las que nunca he estado. Nadie responde, nadie te oye ahí arriba.
Finalmente, a las 22h y pico, el camino empieza a bajar y salgo al valle. Aparezco en Sant Pau de Segúries y paro bajo un toldo a llamar a mis seres queridos para que no se preocupen. Sigue lloviendo. Pregunto como puedo llegar lo más rapido posible a Camprodon y me indican la carretera. Seis kilómetros más y estaré a salvo por fin. Pedaleo como un loco por la carretera sin luces, sin reflectantes, lloviendo y reventado las rodillas ara llegar lo antes posible al hostal. Nunca 6 kilómetros se me habían hecho tan largos. A las 22:40 llego al hostal, desde las 11 de la mañana que empezamos la etapa. Me doy una merecidísima ducha y me encuentro con Víctor y Julio para la cena. Habían llegado 10 minutos antes que yo, también lo habían pasado mal... y es que la lluvia lo empeora todo 10 veces.
En Camprodon se nos une un amigo de Víctor y Julio... Manu, quien no pone cara de mucha alegría cuando mientras cenamos le contamos los relatos de los dos primeros días. Después de cenar estamos tan destrozados que nos vamos directamente a las habitaciones a dormir. Yo debería escribir el relato del dia, pero son ya las 00h y no tengo fuerzas ni para lavar un poco la ropa. Mañana oleré a chotuno, pero ya hasta eso me da igual. Pongo la alarma a las 8 y por fin me meto en la cama. Al principio me entra el tembleque con el cambio de temperatura al meterme en la cama calentita. Treinta segundos después, estoy profundamente dormido.
PD: No hay prácticamente fotos de hoy ya que toda la etapa ha sido en carretera (nada a destacar) o en montaña con lluvia.
Escobator hecho realidad. Ahí dándolo todo perdido en los Pirineos.
ResponderEliminarÁnimo con la próxima jornada, nanu, por aquí estaré esperando el próximo parte.
Salut!
Osti tu! cada vez que leo este blog acabo agotado con tanta empatía, deu n'hi do con la aventura. Mañana te acompañaré un tramo aunque sea en la distancia.
ResponderEliminarÁnimo campeón !!!! me canso solo de leerlo y eso que estoy sentadita con el aire acondicionado ;-p
ResponderEliminarYa verás como encuentras la paz que tanto ansías y te encuentras a ti mismo, te vas a conocer mucho más....ánimo !!!! ;-DDD Muaks!!!
Ostia, Javi lo de hartarte de comer pedaleando me ha traido recuerdos... Ánimo tio!
ResponderEliminar